sábado, 18 de abril de 2009

Pregunta

El subte estababa medio vacío. En un momento se me acercó un chico un poco más grande que yo. Abrió los ojos muy grandes y me dijo, pronunciando poco cada letra, atropellando las palabras

-Perdoname que te moleste, te puedo hacer una pregunta? Con mi novia estábamos viendo tu campera y queríamos saber dónde la compraste.

Mi campera tiene muchas flores rosas y negras. A mí me parece muy linda. Miré a la novia en la fila de enfrente, que me miraba sonriendo. Era gordita y tenía una flor roja grande en el pelo.

-La compré en un local de los que están cerca de la Plaza Serrano, conocés?

Me respondió que sí, que habían ido una vez.

Le conté que no era cara, que la había pagado unos veinte pesos, pero que como la compré hace mucho a lo mejor no estaba más. Me dijo que entonces iban a ir.

Mientras volvía a donde estaba su novia, me agradecían los dos. Ella hablaba parecido a él. Yo les sonreí.

-De nada, ojalá la encuentren.

Apenas se sentó a su lado, antes de decirle nada, le dió un beso muy fuerte. El sonido se escuchó hasta mi asiento. Se pusieron a charlar mientras el la abrazaba.

A mí se me pusieron los ojos rojos, y atajé una lágrima a tiempo. Justo era Diagonal Norte y me tuve que bajar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

dos cosas: una, admiro tu capacidad para atajar lágrimas, yo tengo que andar con un par de anteojos negros que me pongo disimuladamente cada vez que siento venir el moqueo público.
y segunda cosa que admiro es que hayas conseguido una campera por veinte mangos en palermo ;)

la única mónica dijo...

revolver es la clave ;)