Cuando comprás una mascota estás fomentando un negocio basado en tener animales encerrados día y noche en jaulas apenas más grandes que ellos mismos, sin nadie que les brinde atención y mucho menos un trato cariñoso.
Cuando rescatás una mascota de la calle estás salvando una vida. Hasta que no lo hagas no vas a ser conciente de la inmensa dosis de amor con que el animalito te va a agradecer que lo hayas sacado del frío y del hambre.
Adoptemos animales sin hogar y caguemos a las veterinarias que los encierran.
Acá una página muy buena al respecto, de Asociación Protectora de Animales de La Plata.
miércoles, 3 de junio de 2009
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