lunes, 20 de julio de 2009

El error

Estoy en mi casa y veo un video en el que piden modelos. Una de las chicas que organiza, son todas de mi ex colegio, se queja a los gritos (en el video) de que “la señorita Jesica Cirio, así de linda y famosa como la ven FALTÓ al desfile!”, entonces buscan chicas. Las que organizan parecen modelos, el video es todo muy fashion. Me llama la atención que en mi colegio hubiera chicas tan cool y que organizaran desfiles y esas cosas, nunca me había enterado. No me molesta desfilar ahí porque van a ser todos del colegio, pensé, y también conozco a otras de las chicas que desfilan. Creo que el video había llegado a mí por Diego.

Yo pensé que aceptar era un favor, pero vamos a Mc Donald`s a dar un casting. Es de noche. Pasamos al fondo del local, que es un salón grande y vacío. El chico dice que va a elegir a una. Sólo me acuerdo de que estaba Pipi, muy parecida a la chica que vi hoy en la escuela. En eso, sentadas en Mac, Diego está parado al lado de la mesa pensando. Me mira cada tanto. Después dice “estaba pensando como expicarte cómo sos, en base a esa chica” me señala una chica de remera azul parecida a Ana hoy en la clase. Me dice “yo te digo madera y vos decís “maderita!”, te gusta el asado y el futbol y la cerveza, y una ensalada con el asado”. Yo miro a la chica y digo “simplona decís?”, Diego no dice nada concreto. Pienso que está equivocadísimo si piensa eso, me enoja, pero a la vez me inquieta. No le digo nada, pienso hablarlo más adelante. Están todos escuchando lo que él me dijo y no quiero armar quilombo.

Toman el casting. Consiste en estirarnos. Yo no entiendo nada, pero de verdad. No entiendo las consignas y no entiendo por qué algunas están paradas y otras acostadas y qué hacemos ahí. Nos vamos y no sé el resultado. Siento que me van a elegir porque yo iba al colegio, y porque no veía chicas más lindas que yo en ese casting. Caminamos las cuadras sobre Scalabrini de a varias chicas, como en fila. Llego a casa y está todo oscuro. El monitor no está más en el escritorio sino en el piso, es lo único que ilumina. Es moderno y tiene el cuello largo. Quiero abrir Messenger o algo, pero empieza a escucharse sin que yo toque nada una grabación mía. Se escucha el Rec, yo que digo “ahora tengo que cantar? Qué canto amor?”, Sebas no me acuerdo qué me responde pero algo como cualquier cosa. Y ahí me largo a llorar, “es que me siento una mierda!”, no me acuerdo por qué lloraba pero era porque me sentía mal conmigo o con mi vida. Me angustio, no me quiero escuchar llorar y voy y lo apago. No lo puedo apagar porque no sé cómo. Enloquezco hasta que encuentro el mp3 y pongo stop. No sé si antes o después pero pegadito a esto siento un escalofrío en los dientes como nunca lo sentí. Lo siento de verdad. Es como un temblor y un apretar los dientes muy muy fuerte. Primero duelen los del fondo y después los del frente. Cuando se me va me relajo, es un alivio, pero también pienso que estoy enferma y que tengo que ir al dentista urgente, cómo dejé pasar tanto tiempo. Pienso que tengo algo grave. Me parece raro no tener noticias de Sebas, es de madrugada. Prendo el MSN y hay un par de boludeces pero de él nada. Me aparece un cuadro que me pide que ponga algo pero no lo sé usar. No entiendo nada. Estoy desesperada. Quiero llamarlo, agarro el celular (que es blanco y moderno y grande) y le faltan dos números a la izquierda. Veo que no puedo marcar desde ahí, la luz está apagada, cortada probablemente y aunque es de madrugada veo por la ventana que parecen las seis, como si atardeciera. Estoy muy nerviosa a esa altura, no puedo marcar así que me acerco al teléfono de línea. Me olvido del número del celular de Sebas, no recuerdo si empieza con 4 o con 5 y me lo confundo con el número de su casa, y en su casa no iba a estar. Lloro y grito, lo quiero conmigo. El me iba a sacar de mi locura. Me obligo a dejar de llorar, tengo que concentrarme. Trato de hacer memoria y marco con cuidado, despacio, atenta a pesar de las lágrimas y del temblor y del frío, con la angustia de saber que esta es mi última oportunidad.

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